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sábado, 12 de abril de 2014

Azores

Los azores y gavilanes son los cazadores aéreos de los bosques por excelencia. Son aves veloces y estupendamente adaptadas a la vertiginosa caza entre el ramaje y la espesura de las forestas. Sus alas redondeadas y de poca anchura son perfectas para desplazarse velozmente entre los obstáculos, y sus largas colas les permiten maniobrar para cambiar de dirección rápidamente. Son aves pequeñas (como los gavilanes) o de tamaño medio-grande (como los azores, los mayores de esta familia); en consecuencia, sus presas varían entre los pequeños pájaros o los insectos hasta mamíferos del tamaño de liebres. En cualquier caso, su agilidad y velocidad entre los árboles no tiene parangón, salvo quizá con el águila harpía (Harpya harpyja) y el águila monera de Filipinas (Pithecophaga jeffery), ambas rapaces de las densas selvas tropicales, aunque éstas son mucho mayores en tamaño y algo más lentas.

La mayor parte de estas especies pertenecen al género Accipiter, que da nombre a todo el orden de las águilas, ratoneros, milanos, etc. (accipitriformes)

En este blog pueden encontrarse a día de hoy las siguientes especies de azores y gavilanes:

sábado, 15 de marzo de 2014

El Azor

El azor europeo (Accipiter gentilis) es, por así decirlo, el "hermano mayor" del gavilán (Accipiter nisus). Mide entre 48 y 69 centímetros de longitud, con una envergadura de 96 a 127 centímetros (las medidas mínimas corresponden al macho), y al igual que su pariente es una rapaz forestal; aunque en este caso, podríamos decir que es LA rapaz forestal europea, el cazador aéreo de los bosques por excelencia. En efecto, todo su cuerpo está adaptado a la caza en la foresta: sus ojos de color amarillo luminoso (que se va volviendo rojo con la edad) pueden percibir eficazmente la luz tenue que atraviesa las copas de los árboles, para poder vislumbrar los fugaces movimientos de sus presas bajo el dosel del bosque; sus alas anchas, cortas y redondeadas le permiten volar velozmente, mientras que su larga cola le permite efectuar bruscos giros y quiebros (a modo de timón) para poder sortear con facilidad ramas y obstáculos; sus tarsos alargados y sus fuertes patas le permiten cargar en vuelo con presas que pesan 3 o 4 veces más que él mismo, tras darles muerte con sus potentes garras; y su parte ventral (clara con un oscuro barreado muy similar al del gavilán), confunde su estilizada silueta entre los claroscuros de los espesos bosques. Además, su dorso de color gris ceniza le sirve para pasar desapercibido no sólo a algunos pájaros a los que pueda dar caza desde abajo, sino también a posibles enemigos que vengan de las alturas, como las águilas o el búho real, temible enemigo de las pequeñas y medianas rapaces.

Ejemplar de Azor Adulto
Azor mostrando su barreado y sus afiladas garras

domingo, 9 de marzo de 2014

Gavilán

El gavilán pertenece al mismo género que el azor (Accipiter), llamándose el primero Accipiter nisus, y el segundo, Accipiter gentilis. Este grupo de rapaces se caracteriza por tener la cabeza algo estrecha, las patas largas en relación a la cola, y el pico curvado desde la misma base. Curiosamente, este género da nombre a la familia de los accipítridos, donde se engloban todas las águilas, los milanos, ratoneros, buitres y otras rapaces.

El gavilán es una de las rapaces más pequeñas de la fauna española, junto con los cernícalos y los elanios azules: mide entre 27 y 37 centímetros, siendo la hembra más grande, como es habitual entre las aves de rapiña (el macho nunca llega a los 200 gramos de peso, y la hembra llega a los 280). El macho tiene un plumaje bastante vistoso, con un color grisáceo oscuro en el dorso y listas rojizas sobre el pecho y el vientre; la hembra tiene el dorso de color marrón oscuro, con las partes inferiores blanquecinas y finamente ondeadas con estrechas franjas oscuras, y una lista superciliar (una mancha sobre los ojos) blanca. En conjunto, el colorido de la hembra la hace parecer un azor en miniatura. Los inmaduros presentan las partes superiores de color pardo y las plumas tienen colores rojizos en los flancos; las manchas de las partes inferiores tienen forma de flecha o de lágrima. El iris del gavilán es amarillo (aunque más tarde pasa al naranja rojizo), al igual que las patas, cuyos dedos largos y delgados sugieren que sus presas principales son las pequeñas aves, como de hecho así ocurre. Las alas son cortas y redondeadas, mientras que la cola es larga, lo que les otorga maniobrabilidad en vuelo. La voz del gavilán es como un repetitivo “ki-ki-ki-ki”.

gavilanes de ambos sexos
Magnífica ilustración donde se aprecian las diferencias entre ambos sexos